Capitulo 4: Pesadilla
Mientras corres,
el calmante pierde el efecto, lo que hace que sientas mucho dolor y
caigas al suelo, aún con esas horrendas bestias persiguiéndote. Para tu suerte,
el joven que te salvó en la tienda de armas reaparece, saliendo de una esquina;
pero esa alegría poco a poco se va convirtiendo en desesperación, ya que
mientras va caminando hacia tus perseguidores, él mismo se va convirtiendo en
una de esas criaturas: su piel se torna más pálida, vendajes y cadenas van rodeando
algunas partes de su cuerpo, y hasta su arma cambiaba a una espada de diseño
extraño. Realmente era el infierno, cada esperanza que tenías se iba
desmoronando poco a poco; ese monstruo que surgió del que antes era tu
salvador, saltó hacia las bestias, y las mató de una forma indescriptible.
Miedo... miedo y
desesperación... son las únicas cosas que puedes sentir en este preciso
momento... no sentías tu cuerpo... no sentías tu mente... no sentías tu
vida.... Ya estás harto, no queda otra que esperar a la muerte para escapar de
esa pesadilla.
El cruel verdugo
se acercó a ti, y lentamente levanta su brazo izquierdo; "me llegó la
hora", es la única frase que cruza tu mente, pero, para tu sorpresa, ese
monstruo estaba apuntando a la iglesia que estaba a una calle de distancia; te
ayuda a levantarte, y te dice que él ayuda a los que realmente lo merecen... y
desaparece en el horizonte después de darte una llave...
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Tomaste un par de
los calmantes que te quedaban y seguiste el camino que tu extraño héroe señaló.
Ahora estás en la puerta de la iglesia, pero el símbolo que tenía era diferente
al que recordabas: un círculo con extraños caracteres y símbolos de color rojo.
Trataste de abrir la puerta, pero estaba
cerrada... entonces recordaste sobre las llaves que posees, e intentaste
utilizarlas... pero ninguna pudo abrir la puerta que quizás tenga las
respuestas que estás buscando; mirando los alrededores, encuentras algo
brillante: una llave un tanto vieja. Intentas abrir con ésta, cuando logra el giro
completo, ésta se vuelve cenizas y las puertas del gran y terrorífico edificio
se abren.
Estando dentro de
una iglesia destrozada y ensangrentada, te pones a pensar qué tienes que
buscar... empiezas a buscar por las sillas, el confesionario, por muchos
lugares, y no encuentras nada; pero de repente, el papel que tenías se cayó,
mostrando el mensaje.
En ese instante te
das cuenta de que, aunque de manera muy aterradora y perturbadora, el lugar
está preparado para una boda, y corres hacia al atrio, cuando lo pisas, debajo
de ti suena como hueco, y cuando sacas la alfombra que estaba allí descubres
una puerta secreta que sólo se puede abrir con dos llaves. En la cerradura de la
izquierda, colocas la llave que te dio el joven después de volverse un
monstruo, y en el de la derecha, la que encontraste en el cadáver de esa
criatura de figura femenina. Las llaves se vuelven cenizas... y la puerta se
abre...
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