Capítulo 2: Niebla
Ya
es de noche, estás muy cansado y decidiste tomar un atajo para
llegar a casa; todo iba bien, pero luego, una extraña niebla empieza
a aparecer mientras suena algo parecido a una sirena de bomberos o de
una ambulancia, y luego, completa oscuridad. Sientes un gran
escalofrío, como si esto ya lo hubieras vivido antes; empiezas a
caminar más rápido, en medio de la oscuridad, sin rastro de luz
alguno, sólo caminas, sólo te mueves; en un momento empiezas a
escuchar sonidos raros, amenazantes... corres... corres... corres
como si tu vida dependiera de ello... corres buscando un pequeño
rastro de luz, un pequeño rastro de esperanza. Al fin, encuentras la
tienda de armas que abrió hace unos años, con sus luces de neón
encendidas... pero espera, ¿Esta tienda no estaba en la otra punta
de Silent Hill, cruzando el lago?
Realmente,
no te importa como llegaste allí, sólo querías estar a salvo de
esa amenaza fantasma. Entras en la tienda.
Está
completamente vacío, no puede verse ni oírse alguna señal de vida,
estás solo... completamente solo...
....
....
....
....
....
....
Estuviste
viendo los alrededores para ver si realmente estabas solo, y de
repente empiezas escuchar algo familiar: la estática de una radio.
Efectivamente, en un estante cerca de donde estaba el arma que
sostenías en tu sueño, estaba la misma radio que poseías en el
mismo; estaba sonando, si bien débil, una estática que te recordaba
a ese sueño.
La
estática empieza a hacerse más fuerte... cada vez más fuerte...
más fuerte... más fuerte... hasta el punto que hace un ruido casi
ensordecedor y una extraña criatura irrumpe atravesando una de las
ventanas. Esta criatura tenía una apariencia desfigurada, bizarra,
escalofriante; con solo ver su figura sentías que era el reflejo de
algo... algo que no quisieras saber.
Tomaste
el arma y atacaste a ese ente bizarro; le hiciste mucho daño, pero
al mismo tiempo, lograste que la bestia se enfadara y que, con un
golpe, te derribara y arrinconara contra una pared.
Estabas
muy adolorido, no podías moverte, y la bestia estaba preparada para
el golpe de gracia... era tu fin... o eso creías...
....
....
....
....
....
....
